Encontrar y resaltar los elementos distintivos del producto o servicio son los primeros movimientos. En ese sentido, es fundamental identificar lo que realmente genera diferencia en el mercado y no confundir que atributos inexcusables.
En marketing, la estrategia se entiende como el conjunto de pasos para lograr el objetivo. Para emprendimientos comerciales, la diferencia, en muchos casos, no es la calidad de lo que ponen disposición de sus clientes, la buena atención o los precios competitivos. “La diferencia es lo que tu negocio ofrece, y que los demás no lo hacen”, explica Azucena Ferreira, asesora en marketing.
Antes de salir a vender, los emprendedores deben identificar qué es lo que le diferencia a los demás integrantes del mercado, dentro del segmento al que pertenece. Estos elementos distintivos varían de acuerdo al tipo de negocio. “Si el cliente no percibe como algo diferente, tu propuesta no plantea un diferencial”.
La calidad y la buena atención no son elementos diferenciales; estos deben ser obligatorios. En relación a los precios, ser más baratos no siempre es mejor, señaló.
Para definir el punto diferencial, es necesario identificar qué es lo que no se ofrece en la actualidad, y que, sin embargo, es demandado por el mercado. “Las redes sociales son muy valiosas para hacer investigación de mercado, para entrar en las conversaciones y ver qué es lo que la gente está pidiendo”.
Adaptarse a los cambios
La adaptación a los cambios, que en los últimos años son constantes, es otro de los puntos enfatizados por la asesora. Antes, los negocios podían mantener un mismo sistema de trabajo durante décadas y ni siquiera tenían la necesidad de realizar acciones de marketing.
Hoy, sin embargo, la innovación es una condición básica para seguir en el mercado. “Lo que hoy funciona, probablemente deje de tener efectividad en un mes”, expresó.
