En la última jornada del XIII Congreso Internacional del RSE y de Sostenibilidad organizado por la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC), los principales argumentos estuvieron orientados a la problemática de la carbonización como un problema urgente de resolver.
Todo apunta a la necesidad de tomar medidas prioritarias antes de que la crisis climática produzca aumentos de la temperatura mundial en 2,6 grados para el año 2050, si es que no se toman medidas para paliar el problema ambiental.
El disertante, Daniel Vercelli, cofundador y Managing Partner Consultora Manuia (Chile), expuso una dramática cifra nacional, al expresar que en Paraguay ya se sienten los efectos del cambio climático en el costo de las interrupciones de los negocios, producto del corte de energía eléctrica y de transporte, que alcanza el 1,5 % del PIB.
Vercelli puntualizó que llegó el momento de adaptar los modelos de los negocios a la naturaleza y a las necesidades de las personas. Sostuvo que en esta década ya se verifican los cambios en la naturaleza y se sienten los efectos de ese cambio, causando riesgos operativos de suministros.
En tanto que Karen Talita Tanaka, gerente de sostenibilidad de Ambev (Brasil), expuso que la compañía ya hace uso de su plan estratégico sobre el correcto uso del agua, de la agricultura sostenible, emprendedurismo. La meta de la empresa es llegar al año 2025 con mejora en la disponibilidad de agua y agricultura sostenible.
“Ahora mismo ya tenemos un consumo del 100% de energía con fuentes renovables y reducción del 25% en emisión de carbono en toda la cadena de valor”, sostuvo.
También el presidente de la Federación Paraguaya de Siembra Directa para una Agricultura Sustentable, Martín Cubilla, comentó que en la entidad se trabaja por la siembra directa para crear una agricultura sustentable. “Para alimentar al mundo, primero hay que alimentar el suelo”, fue su convicción.
