El local se ubica a 50 km de la ciudad de Asunción. Es un local gastronómico temático basado en hechos y acontecimientos de la historia del Paraguay.
Eduvigis tiene un área de bufet variado. Lo más pedido es el caldo de gallina y la chatasca. Los platos más solicitados son “El General”, “La picaña al ajo”, “Pira caldo” y “Jagua Ha pirãi”. Este último es una cazuela de surubí en honor a artistas de Pirayú. Su propietario, Francisco Daniel Medina, comentó que para la chatasca él se encarga de procesar la carne, mientras que la cazuela de surubí se elabora con morrones verdes, amarillos y rojos.
“Personas que vienen del Chaco o de otras ciudades visitan el local exclusivamente para comer nuestra comida. Nos comentan que prueban de otros lugares y ninguno es igual al nuestro”, afirmó.
Por su parte, la chef del lugar, Rosana Benítez, mencionó que el secreto está en mantener siempre el sabor. “Tratamos de hacer siempre de la misma forma con mucho cariño por sobre todo. Siempre le digo a mi gente en la cocina que todos los comensales son gente que come algo casero que les recuerde a su mamá o abuela”, explicó.
El tallarín de la abuela lleva carne, 3 tipos de morrones y el fideo tallarín. Asimismo, rescatan todo lo relacionado a la ciudad de Pirayú, como la figura del Gral. José Ruiz Díaz, las casonas y otros platos relacionados a personalidades a nivel nacional que han marcado un grado de significancia. Todo eso lo plasman en la decoración y menú.
Dirección: Juan Pablo II c/ Teniente Ramón Gómez, Pirayú El local tiene un salón climatizado habilitado para eventos especiales bajo reserva al 0981 914-243. Eduvigis tiene dos modalidades de servicio: a la carta y bufet. De martes a domingo de 11:00 a 13:00 hs. Viernes y sábados de 18:30 a 23:30 en función al decreto.


Un proceso de aprendizaje fue el primer año, así se estabilizó para luego avanzar con sus proyectos de crecimiento y expansión. Gómez sugiere a quienes quieran emprender acudir a las entidades solidarias para financiar sus sueños. “Es más fácil y accesible”, comentó. El secreto de la cocina es la calidad de los ingredientes. El cliente siempre se merece lo mejor. Nunca es bueno invertir poco para ganar mucho porque se pone en riesgo la reputación del local gastronómico. Este es el pensamiento de la emprendedora.
La Luqueñita tiene la firme convicción que el secreto está en amar el trabajo y comprar productos buenos. Además de encargarse personalmente de la cocina, Gómez explica que cada plato está hecho como quiere alimentar a sus hijos, con el detalle y todos los ingredientes cuidados.