El ingenio y la creatividad son sellos distintivos del paraguayo en cualquier lugar del mundo y que lo diga el joven compatriota Mauricio Ojeda, quien está revolucionando el cultivo de hortalizas en el viejo continente.
El paraguayo, que estudió Ciencias Agrícolas en la Universidad de Hohenheim, de Alemania, fundó con un compañero de clase, Jedrzej Cichocki, la startup Kleinblatt, que es la primera granja vertical de la ciudad de Stuttgart, donde cultiva alimentos en forma eficiente y regional.
La iniciativa produce y entrega brotes y setas a los restaurantes más importantes de esa ciudad y sus alrededores. Las plántulas se distribuyen con unas bandejas que no contienen plásticos de un solo uso, que son recogidas y reutilizadas luego de las entregas.
“Las plantas crecen en estantes desde el suelo hasta el techo, no horizontalmente en el suelo, como es habitual. Calculado por metro cuadrado, se puede cultivar hasta cinco veces más y esto significa que ahorramos hasta un 90% de agua, porque corre de arriba a abajo y luego se puede recoger y reutilizar”, explicó Ojeda.
El emprendimiento tiene varios puntos positivos, uno de ellos es el entorno controlable. “Podemos controlar con precisión condiciones como la temperatura, la luz y la humedad», explica Ojeda. “Y así podemos producir durante todo el año, independientemente del clima”. Lo mejor: el proceso funciona sin complicadas cadenas de suministro ni largas rutas de transporte y, por lo tanto, también genera menos emisiones de CO2.
La startup ofrece actualmente 25 tipos diferentes de hortalizas y vegetales, entre ellas el amaranto rojo, rábanos y pasto de trigo, además, dos tipos de setas y otros. Las cosechas son totalmente orgánicas, ya que producen bajo el concepto de residuos cero, teniendo en cuenta que las plantas crecen sobre esteras de cáñamos, que luego son utilizadas para la producción de hongos.