La empresa Nutre Py, dedicada a la fabricación del tradicional ka’i ladrillo y barras nutricionales multiplicó su producción mediante el abastecimiento de sus productos a compañías proveedoras del programa estatal de merienda escolar “Hambre Cero”.
Patricia Rivas, vicepresidenta de Nutre Py, destacó el crecimiento que representó para el emprendimiento esta incorporación, de tener 3 colaboradores hoy la empresa cuenta con 57. También impulsó el fortalecimiento de los estándares de calidad, inocuidad y formalización, cuentan con habilitaciones nacionales, certificado de origen y certificación FDA, lo que permitió abrirse a otros mercados en el exterior. “La misma barrita que enviamos a Estados Unidos es la que va también a los niños de todo el país”, indicó.
Anteriormente, la producción era de 500.000 barras de maní al mes, pero con el nuevo contexto aumentó a 2 millones de barritas mensuales, requiriendo el incremento de la fuerza laboral para responder a la demanda actual.
Impulsar la cadena productiva local
La empresa reafirma su compromiso con la mano de obra paraguaya y la producción nacional. El 100% de su personal es local, además prioriza proveedores de la zona, a quienes acompaña en procesos de formalización para integrarlos plenamente a la cadena productiva.
“Un pequeño productor puede lograrlo. Nosotros les ayudamos para que se formalicen, porque apostamos siempre a comprar producción hecha en Paraguay”, afirmó la vicepresidenta de la Mipyme.
Con la mirada puesta en el futuro, Nutre Py proyecta un 2026 de expansión, con nuevas líneas de productos aún poco conocidas, como dulces de batata y calabaza. Tras un 2025 “muy próspero”, según Rivas, la expectativa es fortalecer alianzas y seguir posicionándose como industria nacional de referencia en alimentos nutritivos, con enfoque social y alto estándar de calidad.


Con una inversión total de USD 4 millones, donde el 90% es capital nacional, la compañía busca ampliar sus horizontes con la exportación de sus productos a la región. Actualmente dispone de 24 hectáreas de cultivo, aunque su meta es alcanzar 300 hectáreas en los próximos cinco años. Figuerón destacó que este crecimiento busca transformar la dinámica económica de la zona: “Queremos cambiar el paradigma de una región donde hoy predominan la ganadería y una agricultura limitada. Nuestra producción es intensiva y genera empleo; proyectamos crear 300 puestos fijos en la plantación”.
La entrega fue realizada en la sede de la Gobernación de Ñeembucú, en el marco del Proyecto de Fortalecimiento Agropecuario de Pequeños Productores del Ñeembucú (PROPY Ñeembucú 2025), ejecutado a través de un convenio entre la EBY, la Gobernación de Ñeembucú y el Ministerio de Agricultura y Ganadería.
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