Paraguay se perfila cerrar este 2025 con un panorama económico positivo, sostenido por el dinamismo del comercio bilateral con Brasil y el aumento de las inversiones provenientes del vecino país. Según lo destaca el informe “Update Comex Paraguay Brasil”, elaborado por Mentu Asociados para la Cámara de Comercio Paraguay Brasil (CCPB).
El estudio señala que el intercambio comercial entre ambos países mostró un notable impulso hasta el tercer trimestre del año, incentivado por la expansión del sector manufacturero paraguayo y la creciente demanda brasileña de productos industriales y alimenticios.
Si bien el saldo comercial de Paraguay con Brasil registró un déficit de USD 590,9 millones —revirtiendo el superávit del mismo periodo del año anterior—, el resultado se atribuye principalmente al aumento de las importaciones de bienes intermedios y de capital, utilizados en procesos productivos locales. Este comportamiento refleja una mayor actividad industrial y una demanda interna en ascenso.
Por su parte, Brasil experimentó una moderación en su superávit comercial total, que alcanzó USD 46 mil millones, un 21,3 % menos que el año previo, en un contexto regional de mayor intercambio, pero con márgenes más ajustados.
“El movimiento comercial con Brasil está creciendo y eso es una señal de confianza. Paraguay está importando más porque está produciendo más, y eso significa inversión, empleo y expansión industrial”, afirmó Fabio Fustagno, presidente de la CCPB.
Brasil, principal inversor extranjero
El informe también resalta el liderazgo de Brasil como principal origen de inversión extranjera directa (IED) en Paraguay. En 2024, las inversiones brasileñas alcanzaron USD 110,2 millones, con un saldo acumulado de USD 1.517,7 millones, equivalente al 14,6 % del total. Los sectores más beneficiados fueron autopartes, alimentos, energía, confecciones y celulosa, todos con alto potencial de crecimiento y encadenamiento productivo.
La estabilidad macroeconómica de Paraguay continúa siendo uno de sus mayores atractivos. Con una inflación controlada y tasas de interés consistentes, el país ofrece un entorno previsible para la inversión.
“La estabilidad económica de Paraguay y la escala de Brasil son complementarias. La integración entre ambos países genera un espacio único para el desarrollo conjunto”, destacó Fustagno.
Perspectivas para el 2026
Mientras la economía brasileña modera su expansión tras un primer semestre más activo, se mantiene sólida gracias a la reforma fiscal y a las políticas de incentivo al consumo. En paralelo, Paraguay consolida su crecimiento, impulsado por la manufactura, los servicios y la inversión privada.
“El desafío está en seguir profundizando la cooperación productiva y logística. La relación con Brasil ya no se mide solo en términos de comercio, sino de integración real: inversiones, cadenas de valor y desarrollo regional compartido”, añadió el titular de la CCPB.
Con un flujo de capitales en expansión y un comercio bilateral cada vez más diversificado, la relación entre Paraguay y Brasil se posiciona como una de las más dinámicas del Mercosur, proyectando un futuro de mayor integración económica y oportunidades de crecimiento conjunto.
De cara a 2026, la CCPB estima que ambas economías mantendrán tasas de crecimiento positivas, consolidando una alianza estratégica que continúa siendo clave para el desarrollo y la competitividad regional.

